ROMA, 26 May. 14 / 06:49 pm (ACI).- El Papa Francisco cumplió lo
prometido a los periodistas en el viaje de ida a Tierra Santa y en el
vuelo de regreso a Roma ofreció una rueda de prensa en la que habló
durante unos 45 minutos de diversos temas de actualidad como los abusos
sexuales, las relaciones con los ortodoxos, la comunión para los
divorciados en nueva unión e incluso reveló que en enero próximo viajará
a Sri Lanka y Filpinas, a la zona devastada hace unos meses por un
tsunami.
A continuación, el texto completo de la entrevista publicada por el diario español La Razón:
-Santo Padre, en estos días hizo varios gestos que dieron la vuelta
al mundo: la mano en el muro de Belén, la señal de la cruz, el beso a
los sobrevivientes hoy en el Memorial del Holocausto, el beso al Santo
Sepulcro junto a Bartolomé... Queríamos preguntarle si estos gestos los
pensó y por qué los pensó. ¿Y si se imaginó cuáles serán los efectos de
estos gestos de enorme entidad como por ejemplo la invitación a Peres y a
Abbas a ir al Vaticano?
- Los gestos, los que son más auténticos, son los que no se piensan, son
los que surgen, vienen. Yo pensé, bueno, se podrá hacer algo, pero los
gestos concretos, ninguno fue pensado en sí. La invitación a los dos
presidentes a la oración, esto sí fue pensado un poco, pero de hacerlo
allá (en Israel), pero había tantos problemas logísticos –ellos tienen
que tener en cuenta el territorio, dónde se hace y no es fácil. Al final
espero que salga bien. Pero no fueron pensados, no sé, a mi me sale de
hacer algo de espontáneo. Es así.
-Usted habló con palabras muy duras contra el abuso sexual de menores
de parte de los sacerdotes, usted creó una comisión para enfrentar
mejor este problema a nivel de la Iglesia universal. Sabemos que en
todas las iglesias locales hay normas que exigen una fuerte obligación
moral y a menudo legal a colaborar con las autoridades civiles locales.
¿Qué hará usted si hay un obispo que no ha observado estas normas, se lo
excluye, se le pide que dimita u otras sanciones? ¿Cómo se puede
enfrentar en sentido práctico?
-En la Argentina a los privilegiados les decimos "este es un hijo de
papá" y en este problema no habrá "hijos de papá". En este momento hay
tres obispos que están bajo investigación: uno ya está condenado y se
está estudiando la pena que hay que hacer. No existen privilegios. Sobre
este tema de los menores es un delito tan feo, tan, lo sabemos que es
un problema grave en muchos lados, pero a mí me interesa la Iglesia.
¿Qué nos aporta quién hace esto? Traiciona el cuerpo del Señor porque
estos sacerdotes que deben llevar este niño, esta niña, este muchacho,
esta muchacha a la santidad, y este niño, esta niña, confían. Y estos
sacerdotes en cambio de llevarlos a la santidad, abusan. Y esto es
gravísimo. Es como... Les haré una comparación: es como una misa negra,
por ejemplo: tú tienes que llevarlo a la santidad y lo llevas a un
problema que va a durar toda la vida.
Y la próxima semana, no, creo que será el 6 o el 7 junio, los primeros
días del mes, va a haber una misa con 6 u ocho personas abusadas en
Santa Marta y después, una reunión con ellos. Son personas que son de
Alemania, dos de Inglaterra o Irlanda... Serán unos ocho, con el
Cardenal O'Malley, de la comisión. Pero sobre esto tenemos que seguir
adelante, adelante. ¡Tolerancia cero!
- Desde el primer día de su pontificado usted ha lanzado este mensaje
fuerte de una Iglesia pobre, simple y austera. Pero a veces vemos
situaciones y escándalos, como por ejemplo el del apartamento del
Cardenal Bertone, la famosa fiesta el día de las canonizaciones o,
volviendo al Cardenal Bertone, la supuesta malversación de 15 millones
de euros. ¿Qué pretende hacer para que no haya contradicciones con su
mensaje?
- El mismo Jesús una vez, según se dice en los Evangelios, le dijo a sus
discípulos que es inevitable que haya escándalos, porque somos humanos y
pecadores todos. Habrá, habrá escándalos. La cuestión es tratar de
evitar que haya de más. En la administración económica se necesita
honestidad y transparencia. Las dos comisiones, la que ha estudiado el
IOR y a que ha estudiado el Vaticano, han llegado a sus conclusiones y
ahora el ministerio, la secretaria de Economía que dirige el Cardenal
Pell, llevará delante las reformas que estas comisiones han aconsejados.
Pero seguirá habiendo escándalo, los habrá siempre porque somos humanos.
Las reformas deben de ser continuas. Los padres de la Iglesia decían
que la Iglesia debía ser siempre reformada. Debemos estar atentos y
reformar a diario la Iglesia, porque somos pecadores, somos débiles. La
administración que esta Secretaría de Economía lleva adelante ayudará
mucho a ayudar escándalos y problemas.
Por ejemplo, en el IOR creo que hasta este momento se han cerrado 1.600
cuentas de personas que no tenían derecho a tener una cuenta en el IOR.
El IOR está para ayudar a la Iglesia, tienen derecho a tener una cuenta
los obispos, las diócesis, los empleados del Vaticano... Pero no tiene
derecho las embajadas... No es una cosa abierta. Quiero decir una cosa a
la pregunta que me ha hecho sobre el asunto de los 15 millones, Es una
cosa que se está estudiando, o está clara. Quizás sea verdad, pero en
este omento no es definitivo, está bajo estudio.
-¿Le preocupa el crecimiento del populismo que se manifestado en las elecciones europeas?
-Yo estos días he tenido tiempo de rezar un poco el Padre Nuestro, pero
no tengo noticias de las elecciones europeas. Sé que se habla de la
confianza o desconfianza en Europa, que algunos quieren salir del
euro... Yo de eso no entiendo nada. Pero hay una palabra clave:
desocupación. Eso es grave y yo lo interpreto así simplificando: estamos
en un sistema económico múltiple que coloca en el centro el dinero, no
la persona humana.
Un verdadero sistema económico tiene que tener en el centro al hombre y a
la mujer. Este sistema económico que tenemos coloca en el centro al
dinero y para equilibrarse debe llevar a cabo algunas medidas de
descarte: se descarta a los niños, como lo indican las cifras de
nacimientos en Europa. Y se descartan los ancianos.
Ahora van en su busca porque son jubilados y los necesitan, pero los
ancianos se descartan, incluso con situaciones de eutanasia oculta en
muchos países. Y en esto momento se descartan los jóvenes, y eso es
gravísimo. En Italia, creo que la desocupación juvenil está sobre el
40%. En España es el 50% y en Andalucía, en el sur de España, el 60%...
Esto significa que hay una generación de ni-ni, que ni estudian ni
trabajan, y esto es gravísimo, se descartan una generación de jóvenes.
Esta cultura del descarte es gravísima. Este sistema económico es
inhumano.
-¿Qué se puede hacer para que en Jerusalén arraigue una paz estable y duradera?
-Hay tantas propuestas... La Iglesia Católica ya ha establecido su
posición desde el punto de vista religioso, la ciudad de la paz y de las
tres religiones. Pero las medidas concretas por la paz deben salir de
la negociación. Si en esta parte tiene que estar la capital del Estado, o
si en cual otra... Pero esto son hipótesis que yo no me siento
competente para decir se haga esto o lo otro, sería una locura por mi
parte. Pero creo que se debe negociar con honestidad, hermandad, mucha
confianza.
Se necesita valentía para hacer esto y yo rezo mucho para que estos
dirigentes tengan la valentía de recorrer el camino de la paz. Yo solo
puedo decir lo que la Iglesia ha dicho siempre, que Jerusalén sea
custodiada como la capital de las tres religiones. Una ciudad santa, de
paz, de religión.
-Quiero saber si se ha hablado de casos concretos de acercamiento con
otras Iglesias. Por ejemplo, si cree que la Iglesia Católica puede
aprender algo de la Iglesia ortodoxa como por ejemplo en el caso de los
curas casados, un asunto que se ha puesto de actualidad tras la carta
que usted ha recibido de 26 mujeres enamoradas de sacerdotes.
-La Iglesia Católica tiene curas casados. Católicos griegos, católicos
coptos, hay en el rito oriental. Porque no se debate sobre un dogma,
sino sobre una regla de vida que yo aprecio mucho y que es un don para
la Iglesia. Al no ser un dogma de fe, siempre está la puerta abierta.
Pero en este momento no hemos hablado de esto con el patriarca Bartolomé
porque es secundario, de verdad. Hemos hablado de que la unidad se hace
en la calle, haciendo camino. Nosotros jamás podremos llegar a la
unidad en un congreso de teología. Hay que caminar juntos, rezar juntos,
trabajar juntos.
-Su próximo viaje va a ser a Corea del Sur. Le preguntaré sobre Asia.
En diferentes países, como Corea y China, no hay libertad religiosa ni
de expresión. ¿Qué tipo de acciones tomara frente a las personas que
sufren estas situaciones?
-Respecto a Asia, hay dos viajes programados. Primero, el de Corea del
Sur para el encuentro de jóvenes cristianos. Y en enero próximo, un
viaje de dos días a Sri Lanka, y luego a Filipinas a la zona que tuvo el
tsunami. El problema de la falta de libertad para practicar la religión
no es sólo de algunos países asiáticos. También se da en otros países
del mundo.
La libertad religiosa es algo que no todos los países tienen. Algunos
tienen un control más fácil y tranquilo, otros toman medidas que acaban
en una verdadera persecución. Hay mártires. Hay mártires hoy. Mártires
cristianos, católicos y no católicos. Hay lugares donde no puedes llevar
un crucifijo o leer la Biblia, donde no puedes enseñar el catecismo.
Hoy yo creo, si no me equivoco, que hay más mártires que en los primeros
tiempos de la Iglesia. Debemos acercarnos a estos casos con prudencia
para ayudar, debemos rezar tanto por estas Iglesias que sufren. También
los obispos y la Santa Sede trabajan para ayudar a los cristianos de
estos países.
Pero no es una cosa fácil. Te digo una cosa: en un país está prohibido
rezar juntos. Los cristianos quieren celebrar la Eucaristía. Hay un
señor que trabaja como obrero que es sacerdote. Hacen como que toman el
té y celebran la misa. Esto sucede hoy.
-¿Si en un día muy lejano se siente sin las fuerzas suficientes,
haría la misma elección de su predecesor, renunciado al pontificado?
-Haré lo que el Señor me diga que debo hacer: rezar y buscar la voluntad
de Dios. Creo que Benedicto XVI no es un caso único. Ha sucedido que no
tenía las fuerzas y honestamente, un hombre de fe tan humilde, ha
tomado esta decisión. Creo que él es una institución.
Hace 70 años no existían los obispos eméritos. Ahora hay muchos. ¿Qué
pasará con los Papas eméritos? Creo que debemos mirar como institución
que él abrió una puerta, la de los Papas eméritos. Si habrá más, lo sabe
Dios. Pero esa puerta está abierta. Creo que un obispo de Roma que
siente que bajan sus fuerzas debe hacerse las mismas preguntas que se
hizo el Papa Benedicto.
-¿Queríamos saber si se piensa seguir adelante con la causa de Pío XII o se quiere esperar antes de tomar alguna decisión?
-La causa de Pío XII está abierta. Me he informado y todavía no hay
ningún milagro. Hace falta un milagro para seguir adelante. Debemos
esperar cómo va la realidad de esa causa. La verdad es esa, no hay
milagros. Hace falta al menos uno para la beatificación.
-Es usted un líder político y espiritual, que abre muchas
expectativas con iniciativas como el encuentro con los líderes de Israel
y Palestina. También en la Iglesia hay muchas esperanzas de cambio,
como ocurre con la situación de los divorciados. ¿No le parece que está
poniendo demasiada carne en el asador? ¿No teme que haya abierto
demasiados frentes y demasiadas expectativas?
-Este encuentro en el Vaticano será un encuentro de oración. No será
para hacer una mediación o buscar una solución. Sera oración y después
vuelven a casa. Pero yo creo que la oración es importante. Rezar juntos,
sin entrar en discusiones... Será un encuentro de oración. Habrá un
rabino, un musulmán, y yo. He pedido al Custodio de Tierra Santa
organizar las cosas prácticas.
Le agradezco la pregunta sobre los divorciados. El Sínodo será sobre la
familia, sus problemas, sobre la riqueza de la familia, la situación
actual de la familia. La presentación preliminar que hizo el Cardenal
Kasper tenía cinco capítulos. Cuatro sobre las cosas bonitas de la
familia desde el aspecto teológico, las problemáticas familiares, el
problema pastoral de las separaciones, la nulidad matrimonial, los
divorciados y el problema de la comunión... A mí no me ha gustado que
tantas personas, incluso en la Iglesia, sacerdotes, etc. hablasen de la
comunión a los divorciados como si todo se redujese a una casuística.
Sabemos que hay una crisis de la familia. Los jóvenes no quieren casarse
o no se casan, conviven...Yo no querría que entrásemos en la
casuística: lo que se puede hacer o no se puede hacer... Por eso
agradezco tanto esta pregunta, pues me da la oportunidad de clarificar.
El problema pastoral de la familia es muy, muy amplio y no se debe
deshojar caso a caso. Lo que el Papa Benedicto dijo tres veces –una vez
en Alto Adige, otra en Milán y otra en un consistorio– es que hay que
estudiar los procedimientos de nulidad matrimonial.
Estudiar la fe con la que una persona va al matrimonio, y clarificar que
los divorciados no son extraños. Muchas veces se les trata como si lo
fuesen. Estoy seguro de que ha sido el Espíritu del Señor el que nos ha
guiado a escoger este tema para el Sínodo. La familia necesita mucha
ayuda pastoral.
-¿Qué obstáculos está encontrando en la reforma de la Curia romana?
-El primer obstáculo soy yo... (risas). No recuerdo la fecha, pero un
mes después de mi elección, se nombró el consejo de los ocho cardenales,
y está estudiando todo el sistema del Vaticano. Uno de los puntos
claves es el económico y por esto tienen que trabajar de forma conjunta
con la secretaría de Estado.
Ahora en julio tenemos cuatro días de trabajo y en septiembre otra vez.
Los resultados todavía no se ven todos. Los obstáculos son los normales
de cualquier proceso. Limpiar el camino, el trabajo de persuasión... Hay
personas que no lo ven claro. Se está trabajando mucho con la
persuasión.