19 de julio de 2010

CLAUSURA EN BURGOS DE LA 63 SEMANA MISIONAL

El viernes 16 de julio se celebró la jornada que cerraba la 63 Semana Española de Misionología, “La misión tenemos que hacerla juntos”, dedicada a la conmemoración del primer centenario de la Conferencia de Edimburgo de 1910 y el Año Sacerdotal.


La última conferencia de la Semana Misional corrió a cargo de José Ramón Villar, de la Facultad de Teología de la universidad de Navarra, sobre “Ecumenismo y misión desde el punto de vista católico”. Señaló que el ecumenismo supone repensar la misión de la Iglesia en dos sentidos: a) el ecumenismo debe ser visto como elemento, al menos “transitorio”, de la misión; b) la cooperación ecuménica es un modo de realizar la tarea ad gentes. Insistió asimismo en que todo ejercicio de comunión ecuménica es un acto de evangelización ya que se trata de un testimonio común de la fe en medio del mundo.

Don Juan Martínez Sáez, colaborador de las Obras Misionales Pontificias, presentó el resultado del trabajo en grupos, que él había planificado y coordinado. Estos trabajos se habían centrado en la valoración de la realidad ecuménica en nuestras iglesias y las posibilidades de potenciación de cara a la misión, al testimonio común; ante las carencias existentes en conocimiento y en formación, ese debe ser el presupuesto para lograr un objetivo presente a lo largo de estos días. El segundo momento del trabajo en grupos estuvo centrado en la animación misionera de las parroquias, destacando especialmente el papel del sacerdote pero en el seno de su comunidad; se destacó especialmente la validez de los proyectos realizados a nivel de arciprestazgo, ya que facilita una experiencia de comunión personal más directa e inmediata que a nivel de diócesis. La Semana Misional no tiene ni pretensiones ni legitimación para elevar conclusiones o propuestas operativas. Pero el rico intercambio de opiniones y de experiencias contribuye al enriquecimiento de todos de cara a iniciativas de animación misionera y de pastoral en general.

Uno de los momentos tradicionales de la Semana, dado su carácter nacional y comunional, es la intervención de D. Anastasio Gil, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones. Bajo el título “La comunión eclesial en la animación misionera” presentó, como años anteriores, las claves o coordenadas principales de la planificación de la Comisión Episcopal. Como gesto de comunión presentó algunas de las conclusiones elaboradas por el Consejo nacional de Misiones, celebrado un par de días antes en el marco de la Semana Misional. Junto a la necesidad de seguir avanzando en el campo de la formación y de la pastoral vocaciones, describió algunas actividades relacionadas con la animación misionera de jóvenes (tanto próximamente en Santiago de Compostela en septiembre como en la Jornada Mundial de Juventud del año 2011) y pergeñó un proyecto en ciernes de gran importancia y transcendencia: unificar todas las aportaciones de la Iglesia en España al bien de la humanidad, pues hay muchas iniciativas aisladas que merecen ser presentadas en comunión para que se valore en toda su amplitud el enorme esfuerzo que están realizando los cristianos españoles.

La eucaristía concelebrada de clausura estuvo presidida por el mismo D. Anastasio Gil, que sirvió realmente como acción de gracias por la convivencia y el enriquecimiento de estos días para los asistentes, que de este modo se podrá transmitir a las diócesis y comunidades en que trabajan. Como en años anteriores, la Semana ha conjugado lel testimonio misionero (enriquecido este año con la presencia de misioneros cristianos no católicos), la realidad variada de la animación misionera (vinculada este año al ecumenismo) y la reflexión teológica.