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7 de septiembre de 2010

CRÓNICA - ORACIÓN


Encuentro de El Espinar de 2010

En el Encuentro del Espinar en Guadarrama hemos notado la presencia de DIOS entre nosotros:

En primer lugar cuando por las mañanas y por las tardes orábamos según la manera de cada una de nuestras Iglesias.

“Hemos visto” a Teófilo, sacerdote ortodoxo rumano con toda la riqueza de su Liturgia.
“Hemos oído” a los pastores protestantes con toda la claridad de la Palabra de DIOS:
Los de la Iglesia Evangélica Española, I.E.E.
Los de la Iglesia Española Reformada Episcopal, I.E.R.E
Y al pastor de la Iglesia Bautista de la Sociedad Bíblica Española.

Nos hemos sentido acompañados y unidos a la hora de celebrar nuestras Oraciones católico-romanas.

Y en todas ellas y con gran emoción terminábamos rezando “el Padre Nuestro” que nos pertenece y nos une a todos los Cristianos.

En segundo lugar cuando escuchábamos las charlas de nuestros ponentes sobre “la Misión y la Unidad”, dos términos íntimamente unidos.

¡Experimentamos tu presencia SEÑOR!
 No por casualidad surgió en un Congreso Misionero en el Edimburgo de 1910, hace cien años, el deseo ardiente de Unidad entre los Cristianos allí reunidos.

Centenario que se ha conmemorado en junio de este año y que nosotros aquí hemos querido seguir celebrando.

En tercer lugar cuando comíamos y cenábamos cada día con distintas personas y nos enriquecíamos con las cosas que contaba cada una.
¡También ahí estabas tú, SEÑOR!
Y en cuarto lugar cuando en los pasillos y galerías o en el jardín nos poníamos a hablar unos con otros.
Allí no había denominaciones ni distinciones.
 “Nos has visitado” SEÑOR en Guadarrama.
“Te hemos gozado y te hemos sentido” muy cerca al lado de nuestros Hermanos Cristianos: Ortodoxos, Protestantes y Católicos.

Nos has visitado:
En el expresivo pastor Diego y su mujer Gloria, que le acompaña siempre,
En los entrañables sacerdotes, el segoviano Domiciano y el gallego Benito,
En el acogedor pastor Felipe…En el discreto presbítero Miguel y en el inquieto presbítero Juan,
Y en los sabios sacerdotes Juan-Pedro y Héctor…

Nos has visitado:
En los jóvenes sacerdotes Ángel de Soria y Ángel de Ciudad Real,
En el encantador pastor finlandés Martin y su paciente mujer Marita…
 También nos has visitado, SEÑOR:
En Margarita, la misionera de la Unidad que se nos está haciendo mayor,En Carmen, la protestante amiga de los católicos…
En María José, la focolarina entrañable o en Jesús, el misionero Paúl que hablaba con todo su saber y buena voluntad.
En el seminarista colombiano Nelson, que tanto ha aprendido o
En el impresionante testimonio del pastor Osmundo, guatemalteco y en tantos y tantos que hemos estado…
 
Como olvidar al gran comunicador Abelardo y su discreta mujer Paquita de Almería, una persona dulce, que se parecía mucho a mi madre malagueña…
En Carmen de Valencia, gran luchadora por la causa ecuménica,En Mary Pepa y Antonio y el numeroso grupo que ha venido de Cartagena: Asun y Miguel, Mercedes y Juan, Fulgencio…
En Gloria y Leonardo, su marido, de los Centros Ecuménicos de Málaga,
En Jose-Ángel y Jesús, los dos vascos,
En el matrimonio catalán Inés y Antonio,
En la silenciosa Hna. Carmen, una aragonesa en Estrasburgo,En Elvira, siempre con su gran interés por el Ecumenismo,
En Mayte, gallega, en Marisa de Madrid y en María Francisca de Alicante…
En Mary Paz, segoviana, en León de Linares, en Pilar, curtida en los diálogos o
En Rafaela con su sencillez y talento y
En Elizabet con su dulzura peruana…

En los más jóvenes:
Loly de Valencia, Carlos-Jesús de Madrid, Mary Tere y Criptana de Ciudad Real…etc 

Y en todo momento estaba entre nosotros presente D. Julián, alma de estos Encuentros desde el principio.

Éramos muchos y todas las personas teníamos algo que contar y aportar y algo que escuchar y aprender de los demás.
Por eso las palabras “Encuentro” y “Diálogo”, de las que hablaba tanto el papa Juan Pablo II.
Tengo que decir que también hemos sufrido, porque hemos mantenido el ayuno eucarístico, ya que todavía no podemos compartir la Eucaristía o Mesa del Señor.

Esto nos ha hecho padecer.

En cambio, nos hemos alegrado mucho cuando un matrimonio argentino, Susana y su marido con su familia, que pasaban por allí, se acercaron y se unieron a nosotros durante un día, integrándose en nuestro Encuentro, pues ellos pertenecen a una asociación ecuménica de su país y están muy sensibilizados con este tema.
 Por eso te decimos: ¡Quédate con nosotros, JESUCRISTO, no te vayas de nuestro lado!, que en el Encuentro del Espinar hemos estado contigo.

¡Gracias, SEÑOR, a tí y a todas las misioneras de la Unidad! pues cada año desde hace veinte, hacen posible que personas de diversas Confesiones Cristianas estemos reunidas orando juntas durante cuatro o cinco días.

Y gracias a todas las personas que colaboran con ellas para que esto se pueda realizar.
¡Gracias, SEÑOR, porque el pastor bautista Jose-Luis nos dijo algo importante:

Primero, “la Biblia no se lee, se escucha”.
Segundo, hay que desayunar todos los días con la Biblia al lado del café con leche.

Los dos son necesarios para nuestra alimentación.

El día que hagamos “Vida” lo que dice en ella, no tendremos problemas de división: Estaremos unidos.
-Cuando el Pueblo de DIOS cumple la Palabra, entonces hay Vida, nos dijo.
-Cuando el Pueblo de DIOS la quebranta, hay destrucción.
 ¡Gracias también, SEÑOR!, porque me has dado a la Hna. Catalina, una compañera de camino que me ponía los pies en el suelo.


¡Y gracias!, porque en todo momento me he sentido más unida que nunca a Jesús, mi marido, que con su generosidad ha hecho posible que haya podido estar allí.


¡Gracias!, porque creo que hemos podido hacer lo que nos dice el jesuita Héctor: “Hemos mantenido durante unos días el Diálogo Ecuménico de la Oración y de la Amistad”.

JESUCRISTO, ¡Queremos convertirnos todos a ti!


Cuando los Católicos seamos un poco protestantes y los Protestantes algo más católicos.
Cuando sepamos saborear Protestantes y Católicos la Liturgia Ortodoxa.
Y los Ortodoxos vayan comprendiendo nuestra mentalidad occidental de católicos y protestantes.
Entonces, seremos todos, solo Cristianos de verdad y la Unidad llegará por su propio peso.

Resumiendo:

Juntos hemos contemplado “el Misterio de DIOS” .
Juntos hemos “saboreado a DIOS”, a la espera de que él quiera unirnos.
DIOS se muestra mejor cuando nos volcamos hacia los demás, que cuando nos miramos sólo a nosotros mismos.

Madrid 12 de Julio de 2010
Guadalupe Ropero.