Vistas de página en total

7 de agosto de 2012

Mensaje con ocasión del fin del Ramadán 2012

Cardenal Jean Louis Tauran
Cardenal Jean Louis Tauran
 

VATICANO, 03 Ago. 12 / 11:32 am (ACI/EWTN Noticias).- El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso en el Vaticano dirigió un mensaje a los Musulmanes al final de la celebración del Ramadán, y exhortó a educar a los jóvenes cristianos e islámicos en la justicia y la paz.
En un mensaje firmado por el presidente y el secretario del mencionado dicasterio, Cardenal Jean Louis Tauran y Mons. Pier Luigi Celata, respectivamente, se recuerda que la justicia y la paz son "inseparables de la verdad y la libertad".
En el texto dado a conocer hoy y tras recordar las palabras del Papa Benedicto XVI en su mensaje por la Jornada Mundial por la Paz 2012, en la que recordaba la necesidad en el mundo de hoy de "auténticos testigos", se resalta que "el bien común no puede alcanzarse sin la solidaridad y el amor fraterno".
"Para los creyentes, la justicia genuina, vivida en la amistad con Dios, profundiza todas las demás relaciones: con uno mismo, con los demás y con toda la creación".
Además, prosigue el texto, los creyentes "profesan que la justicia tiene su origen en el hecho de que todos los hombres son creados por Dios y están llamados a ser una sola familia. Tal visión de las cosas, con el total respeto a la razón y la apertura a la trascendencia, urge a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, invitándolos a armonizar derechos y deberes".
"En nuestro atormentando mundo, educar a los jóvenes para la paz se hace especialmente urgente. Para comprometernos de manera adecuada, la verdadera naturaleza de la paz debe ser entendida: no es sólo la ausencia de guerra, o el balance entre fuerzas opuestas, sino que es al mismo tiempo un don de Dios y una tarea humana que debe perseguirse sin cesar. Es un fruto de la justicia y un efecto de la caridad".
El mensaje alienta a los cristianos y musulmanes a "cultivar la verdad y la libertad, para ser genuinos heraldos de la justicia y la paz y constructores de una cultura que respete la dignidad y los derechos de todo ciudadano".
Por eso, resalta el texto, "invitamos a ser pacientes y tenaces para alcanzar estos ideales, sin adquirir compromisos dudosos ni atajos engañosos o aceptar medios que muestren poco respeto por la persona humana".