Con motivo del Sínodo Diocesano y por encargo de D. Francisco Cerro Chaves, Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres se ha realizado un Icono estilo bizantino, pero añadiendo algunos símbolos propios de nuestra Fe y cualidades propias de nuestra tierra.
Simbología:
Aparece
Cristo “Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” Juan
14:6. Se nos muestra en posición dirigida a los que inician el camino con
mirada bondadosa y extendiendo la mano izquierda hacia ellos. En la mano derecha porta un rollo, símbolo de
la Biblia, la palabra de Dios. En ambas manos y en los pies aparecen los signos
de la crucifixión. Encima de Cristo aparecen las letras IC XC representan abreviatura
de su nombre en griego y en el nimbo se incluye las letras griegas O W N que
son las iniciales de la frase “Yo soy el
que soy” así como la cruz impresa en el oro, símbolo del sacrificio. En el
pecho aparece la Sagrada Forma, significando el Sacramento de la Eucaristía
donde Jesucristo ofrece su alma, su sangre y su divinidad.
Iniciando
el camino aparecen seis personajes, el primero de ellos es la
Santísima Virgen María con las manos implorantes hacia su hijo Jesús, sus
vestiduras son celestes el color propio
de Dios y a las cuales les trasmite su santidad, además es el color de la
verdad. Sobre su cabeza se puede leer las iniciales MP OY que nos advierten que
es la Madre de Dios. Entre el grupo destaca la figura de San Pedro de Alcántara,
sobre su aureola lleva su nombre, hemos reflejado al Santo en este icono por
ser nuestro Patrono y además de ser hombre con gran espíritu reformador y
espiritualidad para que guie en el sínodo. Aparece otro personaje con barba y
aspecto venerable lleva en su mano un bastón, simboliza al maestro, al tutor,
la autoridad legítima, el Pastor.
El
fondo del icono es de color verde, incluyendo la vereda o
camino, el verde es el color de la naturaleza, el color de la vida sobre la
tierra, renacer en la primavera, en
iconografía significa, renovación espiritual.
Aparece
una gran montaña formada por una gran acumulación de rocas,
significando elevación y crecimiento moral hacia Dios. En medio de la montaña
se muestra la Catedral de Coria como templo cristiano y representando al
“pueblo de Dios”. Al final del camino, se quiere representar una encina como
emblema de nuestro paisaje extremeño pero además simboliza la vida en perpetúa
evolución, en ascensión hacia el cielo. El color del cielo es en tonos rojizos,
naranjas, muy propios de nuestros atardeceres, este
color en la naturaleza nos habla de un color netamente humano, representado la
plenitud de la vida terrenal.
El
icono está realizado al temple sobre tabla con oro fino y estofado según los
cánones bizantinos.
Paqui
Bautista Trejo.